lunes, 31 de mayo de 2010

HUESOS DEL TÓRAX

Huesos del Tronco

A la cabeza le sigue el tórax. Éste está formado por veinticuatro costillas.

Las costillas se unen todas por detrás a la columna vertebral. Por delante, se unen al esternón solamente veinte de ellas, mediante un tejido especial que es más blando que los huesos y que recibe el nombre de cartílago. Unidas de esta manera, las costillas forman una jaula protectora para el corazón y los pulmones.

En la parte superior del tórax, a ambos lados, se encuentran las clavículas por delante y los omóplatos por detrás.

Las clavículas se unen a la parte de arriba del esternón por uno de sus extremos. Sus otros extremos se unen a los omóplatos, formando los hombros, donde nacen los brazos.

La clavícula y el omóplato, que sirven para el apoyo de las extremidades superiores.
Las costillas protegen a los pulmones, formando la caja torácica.

lunes, 26 de abril de 2010

Huesos de la cabeza

HUESOS DE LA CABEZA
En la cabeza se distingue el esqueleto del cráneo del de la cara. El primero forma la caja que contiene el encéfalo y el segundo se halla situado por abajo y adelante del cráneo. Las cavidades orbitarias, nasales y bucal se abren principalmemte en la cara.

Huesos del Craneo

El esqueleto del cráneo está formado por 8 huesos. Cuatro, dos temporales y dos parietales, son pares y simétricamente colocados. Los otros cuatro, frontal, etmoides, esfenoides y occipital, son impares y están en la linea media.


FRONTAL

Es un hueso plano e impar situado en la parte anterior del cráneo. Presenta una porción vertical superior que contribuye a formar la bóveda craneana y otra horizontal inferior que consti tuye parte de la bóveda de las cavidades orbitarias. ]


PORCION VERTICAL

Recibe también el nombre de escamas frontal.Posee una cara exocraneana anterior y convexa que corresponde a la frente, salvo una pequeña porción lateral que está vuelta hacia fuera y forma parte de la fosa temporal. En la linea media se encuentran vestigios de la sutura metópica, desarrollada en los individuos jovenes. Por encima de la escotadura nasal, situada en la parte inferior de la linea media, se observa una eminencia llamada "giba frontal media ó glabela". A los lados de ésta parten dos salientes, arqueadas y romos, conocidos con el nombre de arcos superciliares. Por encima de los arcos superciliares existen dos eminencias redondeadas y lisas, llamadas gibas frontales laterales, muy marcadas en los niños. A los lados y partiendo de las apófisis orbitarias externas, salen las crestas laterales del frontal. Estas en el cráneo articulado, se continuan con la linea curva temporal superior del parietal y limita las fosas temporales, a la vez que unas superficies triangulares del hueso frontal, facetas laterales, donde se insertan haces de los músculos temporales.

La cara endocraneana de la porción vertical es cóncava hacia atrás. Presente en la parte más inferior de la línea media un orificio o semicanal, que en el cráneo articulado se ransforma en conducto, y que recibe el nombre de agujero ciego. Por encima de este orificio parte una cresta llamada cresta frontal media, que se bifurca enseguida para limitar un canal o surco del seno longitudinal superior. A cada lado de este surco existen unas fosetas más o menos profundas, que alojan las vegetaciones subaracnoides o corpúsculos de Pacchioni, y que se llaman por eso fosetas de Pacchioni. Más hacia los lados, se encuentran las fosas frontales, que se corresponden con las gibas de la cara exocraneana.

PORCION HORIZONTAL

Se distingue igualmente una superficie exocraneana y otra endocraneana. La cara exocraneana está separada de la misma cara de la porción vertical por un reborde romo por el lado interno y afilado por el externo, llamado arco orbitario. Este presenta en la unión de la porción afilada con la roma una escotadura o escotadura supraorbitaria por donde pasan los vasos y nervios supraorbitarios. Más adentro existe otra pequeña escotadura (escotadura frontal interna) para el paso de los vasos frontales internos. El arco orbitario termina por el lado externo a favor de un saliente prismático triangular, donde va a articularse el hueso malar y que recibe el nombre de apófisis orbitaria externa. Por el lado interno acaba en la apófisis orbitaria interna. Entre ambas apófisis orbitarias internas existe una escotadura en forma de V invertida o escotadura nasal cuya superficie dentada se articula con los huesos propios de la nariz y con la apófisis ascendentes de los maxilares superiores.

En la linea media, e inmediatamente por detrás de la escotadura nasal, parte una apófisis de forma piramidal con vértice inferior, llamada espinal nasal del frontal. Se articula por su parte inferior con los huesos propios de la nariz, en tanto que sus caras laterales contribuyen a formar la pared superior de las fosas nasales. La espina nasal lleva en la unión de sus caras posterolaterales una cresta vertical mediana, donde se articula la lámina perpendicular del etmoides.

Por detrás de la espina nasal se abre una escotadura rectangular o escotadura etmoidal; limitada lateralmente por dos superficies alargadas de adelante atrás, anfractuosas y provistas de múltiples cavidades separadas unas de otras por tabiques óseos muy delgados. Estas cavidades se deniminan semicélulas frontales y en el cráneo articulado forman con el etmoides las células frontoetmoidales. En estas superficies anfractuosas existen dos surcos casi transversales, que en el cráneo articulado se vuelven verdaderos conductos y se llaman canales etmoidales u orbitarios internos. Se abren exteriormente en la cavidad orbitaria, al nivel de la sutura frontoetmoidal. El canal etmoidal anterior da paso a la arteria etmoidal anterior y al nervio nasal interno, en tanto que por el canal etmoidal posterior pasan la arteria etmoidal posterior y el nervio esfenoetmoidal.

A los lados de la escotadura etmoidal se encuentran dos grandes superficies cóncavas, de contorno triangular con base anterior, denominadas fosas orbitarias. En la parte externa de la base de éstas existe una pequeña depresión o foseta lagrimal, donde se aloja la glándula lagrimal. En la parte interna de la misma base hay una excavación o foseta troclear, que sirve de inserción a la polea de reflexión del músculo gran oblicuo del ojo.

La cara endocraneana de la porción horizontal presenta a ambos lados de la escotadura etmoidal una superficie convexa, giba orbitaria, en la quwe se aprecian múltiples depresiones y salientes irregulares conocidas con el nombre de impresiones digitales y eminencias mamilares. Ambas porciones, la vertical y la horizontal, forman un ángulo diedro abierto hacia atrás y muy poco marcado en su arista, debido a que en esta parte el hueso está notablemente engrosado.



BORDES DEL FRONTAL

Se pueden distinguir dos segmentos: uno es el borde de la escama y el otro el de la porción horizontal. El primero es dentado, biselado a expensas de la lámina interna en la parte superior y de la externa en la inferior, se articula con el borde anterior de los parietales por arriba y por la parte inferior con las grandes alas del esfenoides. El borde de la porción horizontal, interrumpido en la linea media por la escotadura etmoidal, es rugoso en sus dos terceras partes más internas donde se articula con las pequeñas alas del esfenoides, Su tercio externo, en cambio, es liso y libre, circunscribiendo parte de la hendidura esfenoidal. En la unión de los bordes de las porciones horizontal y vertical, se aprecia una superficie rugosa de forma triangular, que se articula con una superficie similar del ala del esfenoides.



ESTRUCTURA

La porción vertical del frontal está constituida por dos láminas de tejido compacto, entre las cuales se encuentra una capa de tejido esponjoso o diploe. Por el contrario, la parte horizontal carece de tejido esponjoso, estando formada solamente por tejido compacto.

En la parte inferior de la porción vertical y a los lados de la línea media se encuentran normalmente en el interior del hueso dos caviodades neumáticas, de dimensiones variables, denominadas senos frontales, que vienen a abrirse en la más anterior de las semiceldillas colocadas en los bordes de la escotadura etmoidal. Se comunican con las fosas nasales por medio del infundíbulo del etmoides.



OSIFICACION

Se desarrolla el frontal merced a dos centros primitivos de osificación para la escama. Estos centros comienzan a desarrollarse entre los cuarenta y los cincuenta dias de vida embrionaria y originan, al yuxtaponerse, la sutura metópica; pero en el feto quedan separados en la parte de arriba por la fontanela anterior. Otros cuatro centros secundarios de osifuicación. dispuestos simétricamente por pares, producirán, al desarrollarse, las apófisis orbitarias externas y las internas, mientras la espina nasal se forma a expensas de otro centro secundario e impar.





ETMOIDES

Es un hueso de forma irregular, situado en la parte anterior y media de la base del cráneo y encajado parcialmente en la escotadura etmoidal del hueso frontal. Se distinguen en él una lámina vertical, atravesada por otra lámina horizontal que la divide en dos partes, y dos masas laterales que se desprenden de los extremos de la lámina horizontal.





LAMINA VERTICAL

Está dividida en dos porciones, una superior, situada por encima de la lámina horizontal, dentro de la cavidad craneana, y conocida con el nombre de apófisis crista galli; otra inferior, situada debajo de dicha lámina, forma parte del tabique de separación de ambas fosas nasales, y se denomina lámina perpendicular del etmoides. La apófisis crista galli es de forma triangular y su base inferior se confunde con la lámina horizontal. Su borde anterior es casi vertical, y se articula en su parte baja con el hueso frontal, a favor de dos crestas laterales que limitan una canaladura. Este surco en el cráneo articulado completa el agujero ciego. El borde posterior es oblicuo hacia abajo y hacia atrás y termina en el mismo lugar que la lámina horizontal del etmoides. El vértice es romo y en él se inserta la hoz del cerebro. Las caras laterales son convexas en su parte anterior y planas por detrás.



La lámina perpendicular del etmoides presenta en sus caras laterales, sobre todo en su parte superior, surcos vasculonerviosos. El borde anterior forma un ángulo hacia delante y se articula, por su parte superior, con la espina nasal del frontal y con los huesos propios de la nariz. Por su parte inferior da inserción al cartilago del tabique, en tanto que el borde posteroinferior se articula con el anterior del vómer. El borde posterior es vertical y se articula con la cresta media anterior del esfenoides, confundiendose en su parte superior con la lámina horizontal del propio etmoides.



LAMINA HORIZONTAL

Su forma es cuadriangular, alargada de adelante atrás, cuyos lados se articulan con el frontal en los bordes laterales de la escotadura etmoidal. Está perforada por múltiples orificios, por lo que se da el nombre de lámina cribosa. Presenta una cara superior, dividida en dos porciones por la apófisis crista galli, las cuales son acanaladas de adelante atrás. En ellas se aloja parcialmente el bulbo alfativo, porlo que se llaman canaladuras olfativas. Están también atravesadas por numerosos agujeros de dimensiones variables, dispuestos irregularmente, aunque a veces aparecen orientados en dos o tres líneas anteroposteriores. Vistos los orificios más amplios con una lente, se observan en su fondo otros orificios más pequeños y numerosos que dan paso a los filetes del nervio alfativo.

En la parte anterior de la canaladura olfativa existen dos orificios mayores. Uno de ellos está colocado cerca del borde de la apófisis crista galli, es conocido con el nombre de hendidura etmoidal y da paso a una prolongación de la duramadre. El otro, situado afuera y ligeramente detrás del anterior, es redondeado y se llama agujero etmoidal; da paso al nervio nasal interno. La cara inferior de la lámina horizontal forma parte de la bóveda de las fosas nasales.





MASAS LATERALES

Están comprendidas entre la cavidad orbitaria por fuera y las fosas nasales por dentro. Tienen forma cúbica y se pueden distinguir en ellas, por tanto. Cara anterior: Está inclinada hacia fuera y hacia atrás y se articula con el unguis. Presenta cavidades abiertas o semiceldillas. que en el cráneo articulado se completan, formando las celdillas etmoidoungueales. Cara posterior: Lleva asimismo, una o varias semiceldillas, las cuales, al articularse con la cara anterior del cuerpo del esfenoides, forman las celdillas etmoidoesfenoidales. Cara superior: Presenta también diversas semiceldillas que, con otras similares de la superficie etmoidal del frontal, constituyen las celdillas frontoetmoidales. En esta cara se observan dos surcos oblicuos dirigidos de fuera y de atrás a delante, los cuales con los surcos correspondientes del frontal, forman en el cráneo articulado los canales etmoidales anterior y posterior, que comunican la órbita con los canales olfatorios. Como ya se ha dicho, estos canales se abren por dentro en el borde externo de la lámina cribosa, y por fuera en la sutura frontoetmoidal en la pared interna de la óbita; el anterior esfenoetmoidal y la arteria etmoidal posterior. Cara inferior: Está algo inclinada hacia fuera. Lleva, como otras caras del etmoides, semiceldillas que, con el maxilar superior y con la apófisis orbitaria del palatino, forman las celdillas etmoidomaxilares y etmoidopalatinas. Cara externa: Es plana y lisa, de forma rectangular y está formada por una lámina delgada o lámina papiracea, que forma parte de la pared interna de la cavidad orbitaria se le llama tambien hueso plano del etmoides. Cara interna: Vuelta hacia la lámina perpendicular, destacan en ella dos salientes laminares: uno superior o cornete superior, y otro inferior o cornete medio, siendo el último mayor que el primero. Ambos se fijan sobre las masas larerales por medio de su borde superior, y presentan la cara interna convexa, mientras la externa es cóncava. Su borde inferior, en cambio, es libre en las fosas nasales. El borde fijo del cornete medio se prolonga más allá de las masa laterales del etmoides, articulandose por delante con la cresta turbinal superior del palatino. El cornete superior, en cambio, se une por su extremidad anterior a la parte media del borde adherente del cornete medio, en tanto que su extremidad posterior termina en el límite posterior de las masas laterales. Más arriba del cornete superior se encuentran, a veces, otyros dos pequeños cornetes. Uno de ellos, llamado cornete de Santorini, es más constante y, cuando existen ambos, es mayor que el otro. Este, cuando existe, está situado cerca de la lámina horizontal y recibe el nombre de cornete de Zuckerkandl.



Las caras externas de los cornetes y las internas de las masas laterales limitan unos espacios llamados meatos: superior y medio. Estos presentan en su pared externa, o sea la interna de la masa lateral, diversos orificios por donde las celdillas etmoidales comunican con las fosdas nasales. De la parte anterior del meato medio se desprende una lámina delgada o apófisis unciforme, que se dirige hacia abajo y atrás, atravesando el orificio del seno maxilar. En su terminación se bifurca en dos láminas: una inferior, se articula con la apófisis etmoidal del cornete inferior, y la otra, superior, se articula con el borde de la abertura del seno mencionado. De esta manera, divide el orificio del seno maxilar en tres orificios secundarios. En el meato medio y por detrás de la apófisis unciforme se aprecia un levantamiento que corresponde a una celdilla etmoidal constante, llamado bula etmoidal.



ESTRUCTURA

Está formado el etmoides por láminas muy delgadas de tejido compacto, que en las masas latrerales circunscriben las celdillas o semiceldillas, y solamente en la apófisis crista galli se ncuentra una pequeña cantidad de tejido esponjoso.



OSIFICACION

Existen dos centros para las masas laterales, los cuales aparecen hacia los cuatro meses de vida intrauterina; otros dos centros situados cerca de la base de la apófisis crista galli originan las láminas vertical y horizontal. Estos últimos se inician después del primer año de vida.



ESFENOIDES

Es un hueso impar colocado en la parte media y anterior de la base del cráneo, por detrás del etmoides y del frontal y delante del occipital. Lateralmente, limita con los huesos temporales, aunque está situado algo más adelante que ellos Posee un cuerpo que ocupa la parte central y tiene forma más o menos cúbica. De él parten, hacia los lados, cuatro apófisis simétricamente colocadas por pares y llamadas pequeñas y grandes alas; otras dos, dirigidas hacia abajo, reciben el nombre de apófisis pterigoides. CUERPO DEL ESFENOIDES. Cara superior. Presenta en la parte anterior de la línea media una cresta, la que en el cráneo articulado se continua con el borde posterior de la apófisis crista galli. Esta cresta termina anteriormente a favor de una prolongación ósea llamada proceso etmoidal del esfenoides, porque se articula con el etmoides. A los de la cresta existe una superficie lisa, algo cóncava transversalmente, que se prolonga en el cráneo articulado con el canal olfativo; esta superficie o jugum esfenoidal presenta anteriormente un borde transversal que se articula con la lámina horizontal del etmoides. Por detrás del jugum se observa un canal transversal o canal óptico, que sirve para alojar el quiasma de los nervios ópticos y se termina a cada lado en los agujeros ópticos, abiertos en la base de las pequeñas alas. El borde posterior del canal óptico es una cresta transversal que ostenta en su parte media el tubérculo pituitario y sirve de límite anterior a la fosa pituitaria o silla turca, donde se aloja la glándula pituitaria o apófisis. A los lados de la fosa pituitaria, en el lugar donde las grandes alas se unen, existe un canal anteroposterior, llamado canal carotídeo o canal del seno cabernoso. La silla turca lleva por detrás la lámina cuádrilatera a manera de respaldo.

Dicha lámina presenta una cara posterior inclinada hacia abajo y atrás, que se continúa con el canal basilar, y otra cara anterior, que forma el respaldo de la silla turca. Su borde superior termina a los lados en un tubérculo apófisis clinoides posterior. El borde inferior se confunde con el hueso y los laterales presentan dos escotaduras: una superior, por donde pasa el nervio motor ocular común, y otra inferior, en relación con el seno petroso inferior; en medio de ellas existe, a menudo, otra pequeña para el motor ocular externo. Cara inferior: Lleva en la linea media la cresta esfenoidal superior muy saliente en su parte delantera donde se continúa con la cresta esfenoidal superior, formando el pico del esfenooides. La cresta inferior se articula con el borde inferior del vómer que tiene forma de ángulo diedro y se constituye así el canal esfenovomeriano medio, comprendido entre la cresta y el fondo del canal vomeriano. A los lados de la cresta inferior existen unas superficies lisas de forma triangular de base interna que forma la parte más superior del techo de las fosas nasales. Mas hacia afuera se desprenden hacia abajo las apófisis pterigoides. Cara anterior: Forma parte de la bóveda, de las fosas nasales y está limitada por arriba por el borde anterior de lámina horizontal o proceso etmoidal, que se articula con la lámina cribosa del etmoides. En la línea media presenta la cresta esfenoidal anterior que va a articularse con el borde posterior de la lámina perpendicular del etmoides. A los lados de la cresta se observan un canal vertical, que lleva el orificio por donde se abren los senos esfenoidales, y más afuera las semiceldillas esfenoidales las cuales en el cráneo articulado se completan con las semiceldillas etmoidales posteriores, formando las celdillas esfenoetmoidales. Cara posterior: Es una superficie de forma más o menos rectangular, soldada tan íntimamente con la apófisis basilar del occipital que el adulto solamente se puede lograr la separación por medio de un corte de sierra. Caras laterales: De la parte superoanterior nacen las pequeñas alas, circunscribiendo el agujero óptico como expansiones laterales del jugum; más abajo a todo lo ancho del cuerpo se originan las grandes alas por debajo de un canal llamado canal cavernoso o canal carotídeo. El espacio comprendido entre las bases de las alas mayores y menores forman la parte interna de la hendidura esfenoidal.



PEQUEÑAS ALAS O APOFISIS DE INGRASSIAS

Tienen forma triangular con base interna y vértice externo. Situadas horizontalmente, nacen por dos raíces: una superior , aplanada de arriba abajo, y otra posteroinferior, rodeando entre ambas el agujero óptico por donde pasan el nervio óptico y la arteria oftálmica. Su cara superior forma parte de la base del cráneo, en tanto que la inferior entra en la constitución de la parte más posterior del techo de las orbitas El borde anterior se articula con la porción horizontal del frontal. El posterior es delgado por fuera y grueso por dentro; aquí forma, al terminar, un saliente denominado apófisis clinoides anterior;el vértice externo, muy afiliado, se conoce con el nombre de apófisis xifoide o ensiforme.



GRANDES ALAS

Poseen una cara superointerna o endocraneana, otra inferointerna o exocraneana y dos bordes, uno externo y otro interno.



La cara endocraneana está vuelta hacia arriba y atrás, es cóncava y presenta en su parte interna o base varios orificios. El anterior, situado cerca de la hendidura esfenoidal, se llama agujero redondo mayor y da paso al nervio maxilar superior. Por detrás de él existe otro agujero de forma ovalada o agujero oval, por donde atraviesa el nervio maxilar inferior. Más atrás y por fuera de esta último orificio, se encuentra el agujero redondo menor, que deja pasar la arteria meninguea media.



Hay otros dos pequeños orificios inconstantes: el agujero de Visalio, por donde pasa una vena emisaria, está colocado por delante y adentro del agujero oval; y cerca del agujero redondo menor, algo más hacia atrás y adentro, puede encontrarse un pequeño orificio o conducto innominado de Arnold, por el cual atraviesa el nervio pequeño petroso superficial. El resto de la cara endocraneana de las grandes alas es cóncavo y presenta diversas eminencias mamilares y depresiones digitales. La cara exocraneana lleva en su parte anterior una cresta vertical, rugosa y muy pronunciada, que se articula con el hueso malar (cresta malar) y la divide en dos porciones. Una de ellas, la interna, está vuelta hacia adelante y adentro es plana, lisa y triangular, constituyendo en parte la pared externa de las cavidades orbitales. Su borde superior libre forma el labio inferior de la hendidura esfenoidal. Esta cara interna del ala mayor rercibe tambien el nombre de orbitaria. La otra parte o externa de la cara exocraneana se llama tempocigomatica y está a su vez dividida por una cresta anteroposterior o cresta esfenotemporal en dos partes. La superior, vuelta hacia fuera, sirve de inserción al músculo temporal y forma parte de la fosa temporal. La inferior, dirigida horizontalmente, forma el techo de la fosa cigomática y en ella se inserta el haz superior del músculo pterigoideo externo.

El borde interno posee un segmento anterior, correspondiente al borde superior de la faseta orbitaria de la cara exocraneana del ala mayor; dicho segmento forma el labio inferior de la hendidura esfenoidal. Esta hendidura es más ancha hacia dentro y por ella pasan los nervios motor ocular común, motor ocular externo, patético y oftálmico y la vena oftálmica. El segmento posterior del borde interno está situado por detrás de la unión del ala mayor con el cuerpo del esfenoides y cerca de él se encuentran parte de los agujeros descritos en la cara endocraneana. La parte terminal del segmento posterior está dirigida hacia atrás y afuera y ahuecada en forma de surco en su parte inferior, que corresponde a la trompa de Eustaquio. Se articula esta parte del borde interno con el borde anterior de la roca del temporal, con el que forma el agujero rasgado anterior. El borde externo se articula con la escama temporal, es cóncava y tallado a bisel a expensas de su lámina interna por debajo, y de su lámina externa por arriba.



El borde interno y externo se unen por delante de una superficie rugosa que se articula con el frontal y el parietal. Al unirse por la parte posterior ambos bordes forman un ángulo que va a articularse con el espacio formado por la escama y la roca del temporal. Dicho ángulo se termina a favor de una apófisis dirigida hacia abajo, llamada espina del esfenoides, donde se insertan la cápsula y el ligamento lateral interno de la articulación temporomaxilar, así como el ligamento esfenomaxilar y el ligamento pterigoespinoso.



APOFISIS PTERIGOIDES

Están implantadas en la cara inferior del esfenoides por medio de dos raices; la interna se desprende del cuerpo del esfenoides, mientras la externa, más voluminosa, parte del ala mayor. Estas raices circunscriben un conducto llamado conducto vidiano, que da paso a los vasos y nervios vidianos. Las dos raíces se extienden hacia la parte inferior en forma de dos láminas, denominadas ala externa y ala interna de la apófisis pterigoides. Ambas láminas permanecen unidas por su borde anterior en más de la mitad de su altura, constituyendo un ángulo diedro abierto hacia atrás, conocido con el nombre de fosa pterigoidea. En su tercio inferior, los bordes anteriores de las láminas se separan formando un ángulo, llamado escotadura pterigoidea, donde viene a alojarse la apófisis piramidal del palatino.

La apófisis pterigoides presenta un borde, o mejor, una cara anterior, resultado de la unión de las dos láminas, que hace frente a la tuberosidad del maxilar superior y forma la pared posterior de la fosa pterigomaxilar. La cara posterior, como ya se ha dicho, es la fosa pterigoidea, constituida por la cara externa del ala interna y la interna del ala externa. Su parte superior e interna lleva una pequeña foseta o foseta escafoidea, que sirve de inserción al músculo peristafilino externo, mientras en el resto de la fosa pterigoidea se inserta el pterigoideO interno. En los bordes de las alas, que sirven de límite a la fosa pterigoidea, se observa sendas espinas hacia su parte media. La espina tubaria está situada sobre el ala interna y se relaciona con la trompa de Eustaquio, en tanto que la espina de Civinini, situada en el ala externa, sirve de inserción al ligamento pterigoespinoso de Civinini. El ángulo posteroinferior del ala interna se prolonga a manara de gancho, bajo cuya curvatura se desliza el tendón del peristafilino externo. En la parte superior de la cara interna destaca un saliente óseo o apófisis vaginal dirigido hacia adentro. Con el cuerpo del esfenoides constituye un surco, que el borde del ala del vómer transforma en un canal, llamado canal esfenovomeriano lateral. La cara inferior de la apófisis vaginal lleva una canaladura anteroposterior, que en el cráneo articulado, merced a la apófisis esfenoidal del palatino, se vuelve un conducto o canal pterigopalatino, por el cual pasan la arteria pterigopalatina y el nervio faríngeo de Bock. La parte anterior de esta cara interna se articula con la lámina vertical del palatino.



La cara externa de las apófisis pterigoides forma parte de la fosa cigomática y proporciona inserción al haz inferior del músculo pterigoideo externo. La cara interna constituye la parte más posterior de la pared externa de las fosas nasales.





ESTRUCTURA

El cuerpo del esfenoides está formado por láminas de tejido compacto que limitan dos cavidades o senos esfenoidales. El resto del hueso está tambíen formado por tejido compacto; solamente en la base de las apófisis pterigoides y en la parte anterior de las grandes alas se encuentran pequeñas cantidades de tejido esponjoso.



OSIFICACION

El esfenoides se halla constituido primitivamente por cuatro piezas: el preesfenoides, el basiesfenoides y los dos cornetes de Bertin, los centros de osificación que origina estas piezas aparecen entre los meses tercero y séptimo de la vida embrionaria. Son cuatro los que forman el preesfenoides: dos para las pequeñas alas y dos para la parte anterior del cuerpo. El basiesfenoides se origina a expensas de ocho: dos producen la parte posterior del cuerpo; otros dos, uno a cada lado, originan a las alas mayores y las alas externas de la apófisis pterigoides; sendos centros dan origen a las alas internas de las apófisis pterigoides; por ultimo, los canales cavernosos se desarrollan tambíen a expensas de otros dos centros. Los cornetes de Bertin son láminas delgadas, soldadas a la parte anteroinferior del cuerpo, que se desarrollan cada una por un punto de osificación. Ciertos autores consideran estas piezas óseas como pertenecientes al etmoides.



TEMPORAL

Los huesos temporales están situados a los lados de la parte media de la base del cráneo, extendiéndose por las caras laterales de éste. Cada uno de ellos se articula por delante con el esfenoides, por detrás con el occipital y por arriba con el parietal.

El temporal del adulto resulta de la soldadura de tres piezas, independientes en el embrión: la escama, el hueso timpánico y la roca. Estas tres piezas, al soldarse unas con otras, en su desarrollo, originan una serie de suturas más o menos visibles y permanentes. Así, la porción escamosa crece hacia abajo y atrás formando la porción mastoidea, la cual, al soldarse con la base de la roca, da origen a la cisura petroscamosa posterior. La misma porción escamosa, al unirse con la cara anterosuperior de la roca, produce la cisura petroscamosa superior, visible en la cara endocraneana. El anillo timpánico se suelda con la porción escamosa, originando la cisura timpanoscamosa anterior o cisura de Glasser. El mismo anillo forma, al unirse por detrás con la apófisis mastoidea, la cisura timpanoscamosa posterior.

Como consecuencia de su desarrollo, pueden distinguirse en el temporal tres porciones. La parte anterosuperior es aplanada transversalmente y recibe el nombre de región escamosa o escama. Por detrás de ésta destaca una masa voluminosa o región mastoidea. Entre ambas y por debajo de ellas existe una prolongación piramidal, de dirrección horizontal, llamada región petrosa o roca del temporal.



ESCAMA DEL TEMPORAL

Es más o menos semicircular de forma y muestra una cara externa y otra interna. La parte superior de la externa, lisa y casi plana, va recubierta por el músculo temporal y ewn ella se pueden observar algunos surcos producidos por las arterias temporales profundas. La parte inferior o inferointerna queda separada de la superior por la apófisis sigomática. Se distinguen en ésta dos porciones; una libre o apical y otra de implantación o basal. La porción libre es alargada de adelante atrpás, aplanada transversalmente, y tiene la cara externa, donde se inserta el músculo masetero, convexa, en tanto que la interna es cóncava y lisa. En el b orde superior horizontal se inserta la aponeurosis temporal, mientras el inferior, grueso y rugoso, da insercción al masetero. La extremidad anterior, dentada y biselada a expensas de su borde inferior, se articula con el hueso malar. La extremidad posteruior se continua insensiblemente con la porción basal. Esta porción basal, aplanada de arriba abajo, tiene su cara superior acanalada y en ella se deslizan los haces posteriores del músculo temporal. Se prolonga longitudinalmente por su borde superior, y recibe el nombre de raiz longitudinal de la apófisis cigomática; se dirige hacia arriba en los límites de la escama y la región mastoidea donde forma la cresta supramastoidea o parte inferior de la línea curva temporal inferior. De la parte anterior de la porción basal y por su cara inferior, sale una prolongasción alargada transversalmente, lisa y convexa de adelante hacia atrás, que forma el borde anterior de la cavidad glenoidea, es el cóndilo del temporal o raíz transversa de la apófisis cigomática, y constituye parte de la articulación con el maxilar inferior. En la unión de la raiz longitudinal y de la transversa existe un tubérculo llamado tubérculo cigomático anterior.

En la parte inferior de la porción basal de la apófisis cigomática y vuelta ya hacia el lado inferior derl cranéo, se encuentra una concavidad elíptica de eje mayor transversal, denominado cavidad glenoidea. Por su fondo atraviesa la cisura timpanoscamosa o cisura de Glasser, que la divide en una porción anterior no articular, correspondiente al hueso timpánico. Por dentro del cóndilo del temporal una superficie plana y lisa de forma triangular que constituye parte del techo de la fosa cigomática, es conocida con el nombre de superficie plana subtemporal.

La cara interna de la escama lleva depresiones, eminencias y algunos surcos vasculares para ramos de la arteria meninguea media. El borde de la escama tiene una parte inferior adherente y otra superior libre. La adherente presente dos suturas, de las cuales una es visible por la cara endocraneana y se llama cisura petroscamosa superior, mientras la otra es observable desde la base del cráneo y es la cisura de Glasser o cisura timpanoscamosa, por donde la arteria timpánica pasa para openerrar en la caja del tímpano.



La parte libre del borde de la escama representa los dos tercios de una circunferencia. Es biselado en su parte superior y posterior a expensas de su lámina interna, articulándose en esta zona con el parietal. Su parte anterior, biselada a expensas de la lámina externa, es dentada, y se articula con el ala mayor del esfenoides. El borde libre se termina por delante en el ángulo formado por la escama y la parte anterior de la roca, mientras que por detrás acaba en el entrante constituido por la escama y la porción mastoidea y conocida con el nombre de incisura parietal.



PORCION MASTOIDEA

Está colocada en la parte posteroinferior del temporal, por detrás del conducto auditivo externo. Se distinguen en ella una cara externa, otra interna y un borde circunferencial. La cara externa presenta frecuentemente una cisura dirigida hacia abajo y adelante, vestiguio de la cisura petroscamosa posterior. Los tres cuartos inferiores de la cara externa estan constituidos por una superficie convexa y rugosa donde se insertan los músculos esternocleidomastoideo, esplenio y pequeño complexo. En cambio, la parte anterior del cuarto superior es lisa. Por encima y atrás del orificio del conducto auditivo externo se observa una saliente pequeña, o espina de Henle, y algo hacia atrás de ésta, una superficie con multiuples orificios vasculares, denominada zona cribosa. Cerca del borde posterior de esta cara, se encuentra el orificio externo del conducto mastoideo, por donde pasa una vena que comunica el sistema vascular exocraneano con el endocraneano.

La cara externa se prolonga hacia abajo en una eminencia aplanada transversalmente que es la apófisis mastoides. La cara externa de ésta es parte de la cara del mismo nomdre de la región mastoidea y sirve de inserción a los músculos aludidos más arriba. Su cara interna lleva en la parte superior un surco anteroposterior o canal digástrico, que sirve de inserción al vientre posterior del músculo digástrico. La parte interna de este canal muestra una eminencia roma, alargada de adelante atrás, en cuya vertiente interna está labrado otro surco por donde pasa la arteria occipital. Dicho saliente recibe el nombre de eminencia yuxtamastoidea. La cara endocraneana de la porción mastoide se confunde por delante con la base de la roca. En este lugar se observa un amplio surco vertical o canal del seno lateral, que lleva hacia la parte media del orificio interno del conducto mastoideo. El borde de la región mastoidea es grueso y rugoso, articulándose por arriba con el parietal, por detrás con el occipital, mientras por delante va a fundirse con la escama y con la roca.



PORCION PETROSA

Tiene forma de pirámide cuadrangular, con base vuelta para fuera y atrás, en tanto que el vértice, truncado, se dirige hacia dentro y adelante. Posee, por consiguiente, cuatro caras, cuatro bordes, una base y un vértice. Cara anterosuperior. Presenta hacia su tercio externo una eminencia convexa y lisa, denominada eminencia arcuata, la cual se coprresponde interiormente con el canal semicircular superior y se continua exteriormente por una superficie más o menos plana, tegmen tympani, que forma el techo de la caja del tímpano. Por delante de la eminencia arcuata existe un orificio alargado o hiato de Falopio, y por fuera de éste otros dos pequeños orificios quie comunican con dos canales paralelos o hiatos accesoerios, los cuales llevabn los nervios petrosos superficiales y profundos. Todavía más adentro, en el tercio interno de esta cara, se observa una depresión, conocida como faseta de Gasser, que aloja el ganglio del mismo nombre.



Cara posterosuperior

Lleva cerca del borde superior, en su tercio externo, una hendidura estrecha o fosa subarcuata, el fondo de la cual comunica con el canal petromastoideo. Por abajo y fuera de esta fosa se encuentra otra hendidura oblicua, denominada orificio posterior del acueducto del vestibulo. Más adentro, y aproximadamente sobre la misma linea, se observan un amplio orificio por donde se abre el conducto auditivo interno, en cuyo fondo se notan dos crestas peropendiculares entre sí, que lo dividen en cuatro fasetas. Por estás pasan los nervios facial, intermediario de Wrisberg y auditivo, con sus ramas vestibular y coclear, y la arteria auditiva interna.

Cara anteroinferior

Su superficie más externa es cóncava y lisa. Situada por detrás de la cisura de Glasser, forma la parte no articular de la cavidad glenoidea y constituye la pared anterior del conducto auditivo externo. Está lámina está provista de un saliente dirigido hacxia abajo que rodea la base de la apófisis estiloides, formando la apófisis vaginal. Más hacia dentro se prolonga horizontalmemte, formando la apófisis tubaria, que constituye la porción ósea de la trompa de Eustaquio y áun más adentro, cerca del borde anterior, se observan dos canales superpuestos, de los cuales el superior aloja al músculo del martillo, mientras el inferior es el canal óseo de la trompa. Cerca del vértice, la cara de que tratamos presenta una depresión acanalada en relación con la mencionada trompa de Eustaquio.



Cara posteroinferior

Destaca en la aprte externa de esta cara una apófisis muy larga en forma de espina y didrigida hacia abajo, adelante y adentro, llanmada apófisis estiloide, en la cual se inserta el ramillete de Riolano, conjunto de ligamentos y músculos; los músculos son el estilohioideo, el estilogloso y estilofaríngeo y los ligamentos estilomaxilar y estilihioideo. Por fuera de la apófisis estiloides existe un pequeño orificio o agujero estilomastoideo, en el cual se abre la extremidad inferior del acueducto de Falopio, dando salida alnervio facial. En la pared anterior de este conducto se observa otro orificio más pequeño todavía, por donde pasa la cuerda del tímpano. Por dentro de la apófisis estiloides se encuentra una excavación lisa, llamada fosa yugular, porque sirve para alojar el golfo de la vena yugular interna. En su pared externa un orificio (ostium introitus) deja paso al ramo auricular del neumogásrtico. Hacia el lado interno de la fosa yugular existe un amplio orificio, que es la abertura inferior del conducto carotídeo, hallándose separados fosa y orificio por una cresta provista de un pequeño agujero,. En éste se inicia el conducto de Jacobson, por donde pasa el nervio de Jacobson. Ya cerca del vértice, la superficie de la cara se vuelve rugosa y da inserción al músculo peristafilino interno, el que por esta inserción toma el nombre de petrosalpingoestafilino.



Borde superior

Sus dos tercios externos corresponden al canal del seno petroso superior, el cual está escotado al nivel de la fosa de Glasser para facilitar el paso del nervio trigémino.



Borde anterior

Su parte externa limita la cisura de Glasser y se bifurca hacia dentro de la prolongación anterior del tegmen tympani. El resto de este borde se articula con el ala mayor del esfenoides formándose hacia abajo un canal donde se aloja la porción fibrocartilaginosa de la trompa de Eustaquio.



Borde posterior

Se articula este borde con el occipital. Presenta por dentro de la fosa yugular una amplia escotadura que, al articularse con el occipital, forman el agujero rasgado posterior. La escotadura lleva un saliente, denominado espina yugular del temporal, que la divide en dos segmentos: el posterior corresponde al golfo de la vena yugular y el anterior da paso a los nervios espinal, neumogástrico y glosofaríngeo. Casi en el mismo borde de la escotadura y por dentro de la fosa yugular se observa la foseta patrosa, donde se aloja el ganglio de Andersh. El resto del borde es un verdadero surco, el cual, al articularse con el occipital, forma el canal del seno petroso inferior.



Borde inferior

Llleva la apófisis vaginal afuera y la tubaria adentro, siendo el resto bastante afilado.



Base

Está constituida por el orificio del conducto auditivo externo, por detrás del cual se extiende la región mastoidea y por encima la escama del temporal.



Vértice

Es, como ya se ha dicho, truncado y rugoso, y se halla ocupado por el orificio donde se termina anteriormente el conducto carotídeo. Se introduce en el ángulo formado por el cuerpo y el ala mayor del esfenoides, con los cuales forma el agujero rasgado anterior.





HUESOS DE LA CARA







Los huesos de la cara se dividen en dos porciones, llamadas mandibulas. La inferior está integrada únicamente por el maxilar inferior; la superior, en cambio, es muy compleja y está constituida por trece huesos: doce de ellos están dispuestos por pares, a un lado y otro del plano sagital o de simetría, mientras el restante es impar y coincide con este plano.



Los huesos pares son los maxilares superiores, los malares, los unguis, los cornetes inferiores, los huesos propios de la nariz, y los palatinos. El impar es el vómer.







MAXILAR SUPERIOR



Este hueso forma la mayor parte de la mandíbula superior, su forma se aproxima a la cuadrangular, siendo algo aplanada de fuera a dentro. Presenta las siguientes partes; dos caras, cuatro bordes, cuatro ángulos y una cavidad o seno maxilar.





CARA INTERNA. En el límite de su cuarta parte inferior destaca un saliente horizontal, de forma cuadrangular, denominado apófisis palatina. Esta apófisis, más o menos plana, tiene una cara superior lisa, que forma parte del piso de las fosas nasales y otra inferior rugosa, con muchos pequeños orificios vasculares que forma gran parte de la bóveda palatina. El borde externo de la apófisis está unido al resto del maxilar, en tanto que su borde interno, muy rugoso, se adelgaza hacia atrás y se articula con el mismo borde de la apófisis palatina del maxilar opuesto. Esta borde, hacia su parte anterior, se termina a favor de una prolongación que constituye una especie de semiespina, la cual, al articularse con la del otro maxilar, forma la espina nasal anterior.



El borde anterior de la apófisis palatina, cóncava por arriba, forma parte del orificio anterior de las fosas nasales. Su borde posterior se articula con la parte horizontal dwel palatino. Al nivel del borde, por detrás de la espina nasal anterior, existe un surco que, con el del otro maxilar, origina el conducto palatino anterior. Por él pasan el nervio esfenopalatino interno y una rama de la arteria esfenopalatina.



La apófisis palatina divide la cara interna del maxilar en dos porciones. La inferior forma parte de la bóveda palatina, es muy rugosa y está cubierta en estado fresco por la fibromucosa palatina. La superior, más amplia, presenta en su parte de atrás diversas rugosidades en las que se articula la rama vertical del palatino. Se encuentra más adelante un gran orificio u orificio del seno maxilar, el cual. en el cráneo articulado, queda muy disminuido en virtud de la interpocisión de las masas laterales del etmoides por arriba, del cornete inferiro por debajo, del unguis por delante y de la rama vertical del palatino por detrás.



Por delante del orifuicio del seno, existe un canal vertical o canal nasal, cuyo borde anterior se halla limitado por la apófisis ascendente del maxilar superior, la cual sale del ángulo anterosuperior del hueso.





Esta apófisis en su cara interna y en su parte inferior tiene la cresta turbinal inferior, que se dirige de adelante atrás y se articula con el cornete inferior; por encima de ella se encuentra la cresta turbinal superior, que se articula con el cornete medio.





CARA EXTERNA. En su parte anterior se observa, por encima del lugar de implantación de los incisivos, la foseta mirtiforme, donde se inserta el músculo mirtiforme, foseta que está limitada posteriormente por la eminencia o giba canina. Por detrás y arriba de esta eminencia destacan un saliente transverso, de forma piramidal, o apófisis piramidal. Esta apófisis presenta una base, por la cual se una con el resto del hueso , un vértice, truncado y rugoso, que se articula con el hueso malar. tres caras y tres bordes. La cara superior u orbitaria es palana, forma parte del piso de la órbita y lleva un canal anteroposterior que penetra en la pared con el niombre de conducto suborbitario. En la cara anterior se abre el agujero suborbitario, terminción del conducto mencionado antes y por donde pasa el nervio suborbitario. Entre dicho orificio y la giba canina, existe una depresión llamada fosa canina. De la pared inferior del canal suborbitario salen unos conductillos excavados en el espesor del hueso, y que van a terminar en los alvéolos destinados a los caninos y a los incisivos: son los conductos dentarios anteriores. Por último, la cara posterior de la apófisis piramidal es convexa, corresponde por dentro a la tuberosidad del maxilar y por fuera de la fosa cigomática. Exhibe diversos canales y orificios, denominados agujeros dentarios posteriores, por donde pasan los nervios dentarios posteriores y las arterias alveolares, destanadas a los gruesos molares.



De los tres bordes de la apófisis piramidal, el inferior es cóncavo, vuelto hacia abajo y forma la parte superior de la hendiduravestibulocigomatica; el anterior forma la parte interna e inferior del borde de la órbita, mientras que el posterior se corresponde con el ala mayor del esfenoides, formándose entre ambos la hendidura esfenomaxilar.





BORDES. Se distinguen en el maxilar cuatro bordes, a saber:



1.- BORDE ANTERIOR. Que presenta abajo de la parte anterior de la apófisis palatina con la espina nasal anterior. Más arriba muestra una escotadura que, con la del lado opuesto, forma el orificio anterior de las fosas nasales, y más arriba aún, el borde anterior de la rama o apófisis ascendente.



2.- BORDE POSTERIOR. Es grueso, redondeado y constituye la llamada tuberosidad del maxilar. Su parte superior lisa forma la pared anterior de la fosa pterigomaxolar y en su porción más alta presenta rugosidades para recibir a la apófisis orbitaria del palatino. En su parte baja, el borde lleva rugosidades, articulándose con la apófisis piramidal del palatino y con el borde anterior de la apófisis pterigoides. Esta articulación está provista de un canal que forma el conducto palatino posterior, por donde pasa el nervio palatino anterior.



3.- BORDE SUPERIOR. Forma el limite interno de la pared inferior de la órbita y se articula por delante con el unguis, después con el etmoides y atrás con la apófisis orbitaria del palatino. Presenta semiceldillas que se completan al articularse con estos huesos.





4.- BORDE INFERIOR. Llamado tambíen borde alveolar. Presenta una serie de cavidades cónicas o alvéolos dentarios, donde se alojan las raices de los dientes. Los alvéolos son sencillos en la parte anterior, mientras en la parte posterior llevan dos a más cavidades secundarias. Su vértice perforado deja paso a su correspondiente paquete vasculonervioso del diente y de diversos alvéolos se hallan separados por tabiques óseos, que constituyen las apófisis interdentarias.





ANGULOS. El maxilar superior presenta cuatro ángulos, de los cuales dos son superiores y dos son inferiores. Del ángulo anterosuperior se destaca la apófisis ascendente del maxilar superior, de dirección vertical y ligeramente inclinada hacia atrás. Aplanada en sentido transversal, está ensanchada en la base, donde se confunde con el hueso que la origina. Su extremidad superior presenta rugosidades para articularse con la apófisis orbitaria interna Frontal. La cara interna de esta apófisis ascendente forma parte de la pared externa de las fosas nasales, mientras su cara externa., más o menos lisa y cuadrilátera, presenta una cresta vertical llamada cresta lagrimal anterior, por delante de la cresta se inserta el músculo alevador común del ala de la nariz y del labio superior; por detrás de la cresta forma la parte anterior del canal lagrimal. Sus bordes, que son en número de dos, se articulan, el anterior, con los huesos propios de la nariz, en tanto que el posterior lo hace con el unguis.





ESTRUCTURA. La parte anterior de la apófisis palatina, la base de la apófisis ascendente y el borde alveolar están formados de tejido esponjoso, mientras el resto del hueso se halla constituido por tejido compacto. En el centro del hueso existe una gran cavidad denominado seno maxilar o antro de Highmore, en forma de piramide cuadrangular, de base interna y vértice externo. Como es natural, dada su forma, en dicha cavidad se distinguen paredes, base, vértice y boerdes. La pared anterior corresponde ala fosa canina donde se abre el conducto suborbitario y es muy delgada, pues apenas alcanza un milímetro de espesor. La pared superior es el lado apuesto de la cara oprbitaria de la apófisis pirámidal y llava, por consiguiente, el conducto suborbitario, el cual con frecuencia comunica con esta cavidad. La pared posterior se corresponde con la fosa cigomática. La pared inferior es estrecha y está en relación con las raíces de los dientes.



La base es en realidad parte de la pared externa de las fosas nasales. En ella se encuenrra el orifuicio del seno, cruzado por el cornete inferior, de cuyo borde se desprenden tres apófisis. Der éstas, la media oblitera la parte inferior del orificio del seno, dejando por delante del mismo una superficie donde desemboca el conducto lacrimonasal. El vértice está vuelto hacia el hueso malar, y se corresponde con el vertice de la apófisis piramidal.





OSIFICACION. Se origina el maxilar superior mediante cinco centrosds de osificación que aparecen al final del segundo mes de vidas fetal. a saber: 1. el externo o malar; 2, el orbitonasal; 3, el anteroinferior o nasal, 4, el interno inferior o palatino; y 5, y último, el que forma la pieza incisiva, situado entre los centros nasales y delante del palatino.







HUESOS PALATINOS



Están situados en la parte posterior de la cara, por detrás de los maxilares superiores. Se pueden distinguir en cada uno de ellos dos partes o láminas: una horizontal, más pequeña, y una vertical.



PORCION HORIZONTAL. Por su forma, que es cuadrilátera, posee dos caras y cuatro bordes. La cara posterior, cóncava transversalmente, forma parte del piso de las fosas nasales, mientras la inferior, rugosa, contribuye a formar la bovéda palatina. De los bordes, el anterior, delgado y rugoso, se articula con el borde posterior de la apófisis palatina delmaxilar superior. El borde posterior sirve de inserción a la aponeurosis del velo del paladar. Al unirse con el borde del lado opuesto, forma la espina nasal posterior, dirigida hacia arriba y atrás, y sobre la cual se inserta el músculo palatostafilino. El borde externo se une al borde inferior de la porción vertical de este hueso. El borde interno se articula con el homóniomo del lado apuesto y forma por arriba una cresta donde se articula el vómer.



PORCION VERTICAL. Es igualmente cuadrilátera. Su cara interna lleva dos crestas anteroposteriores. La de arriba o cresta turbinal superior se articula con el cornete medio, en tanto que la de abajo, llamada cresta turbinal inferior, lo hace con el cornete inferior. Ambas crestas limitan una superficie que forma parte de la pared externa del meato medio. En cambio, la superficie situada por debajo de la cresta inferior, interviene en la formación dewl meato inferior.



La cara extwerna presenta tres zonas, la anterior de las cuales, rugosa, se articula con la tuberosidad del maxilar superior, formando con ella el conducto palatino posterior. Otra zona rugosa, situada más atrás, va a articularse con la apófisis pterigoides. Entre ambas zonas rugosas existe una superficie lisa, no articular, que en el cráneo articulado forma el fondo de la fosa pterigomaxilar. De los cuatro bordes de la parte vertical, el anterioir es delgado y se superpone a la tuberosidad del maxilar. Por medio de una lámina ósea (apófisis o lámina maxilar) que sale de él, este borde contribuye a cerrar la parte posterior del orificio del seno maxilar. El borde posterior, tambien delgado, se articula con el ala interna de la apófisis pterigoides. El borde inferior se une con el externo de la rama horizontal. Del borde resultante parte un saliente óseo, dirigido hacia abajo y atrás, que ocupa el espacio comprendido entre las dos alas de la apófisis ptterigoides y es conicido con el nombre de apófisis piramidal del palatino. Esta apófisis presenta dos superficies rugosas, donde se articulan las alas pterigoides, y otra intermedia, lisa, que contribuye a formar la fosa pterigoidea. En la parte delantera del borde inferior se abren los orificios (uno o dos) de los conductos palatinos accesorios. El borde superior lleva en su parte media una escotadura profunda, llamada ascotadura palatina, situada entre dos salientes irregulares, de los cuales el anterior se denomina apófisis orbitaria y, el posterior, apófisis esfenoidal. La escotadura queda cerrada por el cuerpo del esfenoides y transformada en el agujero esfenopalatino, el cual pone en comunicación la fosa pterigomaxilar con las fosas nasales y deja el paso al nervio y a los vasos esfenopalatinos.



La apófisis orbitaria está unida al resto del hueso por un istmo óseo bastante estrecho cuya cara interna llava la cresta turbinal superior. Examinada en detalle, esta apófisis presenta en su lado externo dos facetas lisas. La anterior es horizontal y constituye parte del piso de la órbita en su porción posterior, mientras que la externa, dirigada hacia abajo, contribuye a formar la fosa pterigomaxilar.





En la parte interna de la apófisis existen tres superficies rugosas articulares, la anterior de las cuales se articula con el maxilar superior; la posterior con el esfenoides, y la tercera, que es interna, con las masa lateralesa del etmoides. En las facetas posteriores y media se observan cavidades o semiceldillas que se transforman en celdillas completas al articularse con los huesos correspondientes.



La apófisis esfenoidal, más pequeña que la orbitaria, sale de lña rama vertical casi en ángulo recto, dirigiéndise hacuia dentro, atrás y ligeramente hacia arriba. Su cara superoexterna se aplica contra la base de la apófisis pterigoides, formando con ella el conducto pterigopalatino, que da paso al nervio y a los vasos pterigopaklatimos. La cara inferior contribuye a formar la bóveda de las fosas nasales. Por último, también se encuentra en el borde superior una cara rugosa que se articula con el cuerpo del esfenoides.





ESTRUCTURA. Formado principalmente por tejido compacto, solamente la apófisis piramidal presenta tejido esponjoso.





OSIFICACION. Se desarrolla este hueso a expensas de dos centros primitivos que aparecen al mes y medio de la vida fetal. Uno de ellos forma la apófisis piramidal y la porción vertical, exceptuando las apófisis, mientras el otro origina el resto del hueso. Posteriormente aparecen dos centros complementarios, que producen las apófisis orbitaria y esfenoidal.







MAXILAR INFERIOR.





Forma él solo la mandibula inferior y se puede considerar dividido en un cuerpo y dos ramas.





CUERPO. Tiene d¿forma de herradura, cuya concavidad se halla vuelta hacia atrás. Se distinguen en él dos caras y dos bordes. Cara anterior. Lleva en la línea media una cresta vertical, resultado de la soldadura de las dos mitades del hueso, y conocida con el nombre de sinfisis mentoniana. Su parte inferior, más saliente, se denomina eminencia mentoniana. Hacia fuera y atrás de la cresta se encuentra un orificio, agujero mentoniano, por donde salen el nervio y los vasos mentonianos. Más atrás aún, se observa una línea saliente, dirigida hacia abajo y hacia adelante, que partiendo del borde anterior de la rama vertical, va a terminar en el borde inferior del hueso; se llama línea oblicua externa del maxilar y sobre ella se insertan los siguientes músculos: el triangular de los labios, el cutáneo del cuello y el cuadrado de la braba. Cara posterior. Presenta, cerca de la línea media, cuatro tubérculos llamados apófisis geni, de los cuales los dos superiores sirven de inserción a los músculos genioglosos, mientras sobre los dos inferiores se insertan los geniohiodeos. Partiendo del borde anterior de la rama vertical, se encuentra una línea saliente, línea oblicua interna o milohioidea, que se dirige hacia abajo y hacia adelante, terminando en el borde inferior de esta cara; sirve de inserción al músculo milohioideo. Inmediatamente por fuera de la apófisis geni y por encima de la línea oblicua, se observa una foseta o foseta sublingual, que aloja la glandula del mismo hombre.





Más afuera aún, por debajo de dicha línea y en la proximidad del borde inferior, hay otra foseta más grande, llamada foseta submaxilar, que sirve de alojamiento a la glándula submaxilar.



BORDES. El borde inferior es romo y redondeado. Lleva dos depresiones o fosetas digástricas, ituadas una a cada lado de la línea media; en ellas se inserta el músculo dogástrico. El borde superior o borde alveolar, como el inferior del maxilar superior, presenta una serire de cavidades o alvéolos dentarios. Mientras los anteriores son simples, los posteriores están compuestos de varias cavidades, y todos eñllos se hallan separados entre sí por puentes óseos o apófisis interdentarios, donde se insertan los ligamentos coronarios de los dientes.





RAMAS. En número de dos, derecha e izquierda, son aplanadas transversalmente y de forma cuadrangular; el plano definido por cada una de ellas es vertical y su eje mayor está dirigido ablicuamente hacia arriba y hacia atrás. Tienen, por consiguiente, dos caras y cuatro bordes. Cara externa. Su parte inferior es más rugosa que la superior, ya que sobre aquélla se inserta el músculo masetero. Cara interna. En la parte media de esta cara, hacia la mitad de la línea diagonal que va del cóndilo hasta el comienzo del borde alveolar, se encuentra un agujero amplio, denominado orificio superior del conducto dentario; por él se introducen el nervio y los vasos dentarios inferiores,. Un saliente triangular o espina de Spix, sobre el cual se inserta el ligamento esfenomaxilar, forma el borde anteroinferior de aquel orificio. Tanto este borde como el posterior se continúan hacia abajo y adelante, hasta el cuerpo del hueso, formando el canal molohioideo donde se alojan el nervio y los vasos milohioideos. En la parte inferior y posterior de la cara interna, una serie de rugosidades bien marcadas sirven de inserción al músculo pterigoideo interno. Bordes. El borde anterior está dirigido oblicuamente hacia abajo y adelante. Se halla excavado en forma de canal, cuyos bordes divergentes se separan al nivel del borde alveolar, continuándose sobre las caras interna y externa con las líneas oblicuas correspondientes; este borde forma el lado externo de la hendidura vestibulocigomática. El borde posterior, liso y obtuso, recibe también el nombre de borde parotídeo, por sus relaciones con la glándula parótida. El borde superior. Posee una una amplia escotadura, denominada escotadura sigmmoidea, situada entre dos gruesos salientes; la apófisis coronoides por delante y el cóndilo del maxilar inferior por detrás. La primera es de forma triangular, con vértice superior, sobre el cual viene a insertase el músculo temporal. La escotadura sigmoidea está vuelta hacia arriba y comunica la región maseterina con la fosa cigomática, dejando paso a los nervios y vasos masetérinos. El cóndilo es de forma elipsoidal, aplanado de adelante atrás, pero con eje mayor dirigido algo oblicuamente hacia adelante y afuera; convexo en las dos direcciones de sus ejes, se articula con la cavidad glenoidea del temporal. Se une al resto del hueso merced a un estrechamiento llamado cuello del cóndilo, en cuya cara interna se observa una depresión rugosa donde se inserta el músculo pterigoideo externo. El borde inferior de la rama ascendente se continúa insensiblemente con el borde inferior del cuerpo. Por detrás. al unirse con el borde posterior, forma el ángulo del maxilar inferior, o gonion.



ESTRUCTURA. Está formado por tejido esponjoso, recubiertyo por una gruesa capa de tejido compacto. Este tejido, sin embargo, se adelgaza considerablemente al nivel del cóndilo. Se halla recorrido anteriormente el maxilar por el conducto dentario inferior, el cual comienza con el orificio situado detrás de la espina de Spix y se dirige hacia abajo y adelante, a lo largo de las raices dentarias, llegando hasta el nivel del segfundo premolar. Aqui se divide en un conducto externo, que va a terminar al agujero mentoniano, y otro interno, que se prolonga hasta el incisivo medio.





OSIFICACION. Al final del primer mes de la vida fetal se forma una pieza cartilaginosa. llamada cartilago de Meckel, a expensas del cual se originan las dos mitades del maxilar inferior, que son independientes al principio. En dicho cartílago aparecen entre los 30 y 40 dias de la vida fetal seis centros de osificación, a saber; 1, el centro inferior, en el borde del maxilar; 2, el centro inciasivo a los lados de la línea media; 3, el centro suplementario del agujero mentoniano; 4, el centro cóndileo para el cóndilo; 5, el centro oronoideo, para la apófisis coronoides; 6, el centro de la espina de Spix. Desarrollados a expensas de dichos centros, los dos semimaxilares se sueldan definitivamentew, constituyéndose la sinfisis mentoniana, al tercer mes de vidaextrauterina.





CAVIDADES DE LA CARA





Al articularse los huesos de la cara entre sí y con los de la base del cráneo se originan una serie de cavidades más o menos amplias, a saber; las cavidades orbitarias, las fosas nasales, las fosas cigomáticas, las fosas pterigomaxilares y la cavidad bucal, con su bóveda palatina, cavidades cuya clara comprensión es necesaria para el conocimiento de las partes blandas que alojan en estado fresco.





CAVIDADES ORBITARIAS





Son dos cavidades colocadas simétricamnete a ambos ladosa de la lpinea media y separadas una de otra por los unguis, las masa laterales del etmoides, la parte superior de las fosas nasales y la lámina perpendicular del mismo etmoides. Sirven para alojar los globos aculares y sus anexos. Tienen un forma que recuerda a la de una pirámide cuadrangular cuyo eje mayor fuera oblicuo y estuviera dirigido hacia atrás y adentro, lo que es consecuencia de la mayor extensión de la pared externa, siendo la interna más corta y casi paralela al plano sagital. apaor consiguiente, se distinguen en cada órbita cuatro caras, cuatro bordes, una base y un vértice. La base es en realidad la abertura anterior de la órbita y su contorno se denomina reborde orbitario, estando constituido por diversos huesos. La parte superior del reborde corresponde al arco orbitario del frontal, limitando por las apófisis orbitarias externa e interna del mismo; su porción interna lleva la escotadura supraorbitaria y un poco más abajo y adentro, ya en el lado interno del borde, se encuentra la foseta troclear. Por debajo de la apófisis orbitaria interna del frontal se encuentra la cresta lagrimal anterior y el borde anterior de la apófisis piramidal del maxilar superior, que en seguida se continua con el borde anterosuperior del malr. Hacia la mitad del lado inferior del reborde y por debajo de érl atraviesa el conducto suborbitario, abiwerto, como se ha dichop ya, en el expesor del maxilar (apófisis piramidal). El vértice está abierto, correspondiendo a la parte más interna de la hendidura esfenoidal; puede llevar en su parte inferior un tubérculo rugoso para la inserción del anillo de Zinn.



La pared superior o bóveda está constituida por el frontal y el ala menor del esfenoides. Presenta posteriormente la sutura esfenofrontal, y en el lado externo de la parte anterior, la foseta lagrimal, que aloja a la glándula lagrimal. La pared inferior está formada por la bóveda del seno maxilar, o sea, la cara superior de la apófisis piramidal del maxilar superior, por la cara superior de la apófisis orbitaria del hueso malar y, en su parte más posterior, por la faseta orbitaria de la apófisis del mismo nombre del palatino. Esta pared lleva, además de las suturas de los huesos que entran en su constitución, el canal suborbitario que, transformándose en el conducto suborbitario y después de atravesar por debajo del reborde inferior de la órbita, va a terminar en la cara anterior de la apófisis piramidal, en el agujero suborbitario.



La pared externa, constituida por el ala mayor del esfenoides, la apófisis orbitaria del malar y la parte más externa de la bóveda orbitaria del frontal, presenta las suturas de estos huesos entre sí, así como el orificio posterior del conducto mala. La pared interna está formada por la cara externa del cuerpo del esfenoides, por el hueso plano o cara externa de las masa laterales del etmoides, popr el unguis y por la apófisis ascendente del maxilar superior.





En la parte anterior de la pared interna, destaca el canal lacrimonasal, prolongado inferiormente por el conducto nasal y bordeado por dos crestas, una correspondiente al maxilar y la otra al unguis, sobre las cuales se insertan los tendones directo y reflejo del orbicular de los párpados.



Los bordes o aristas de la pirámide son muy redondeados. El superoexterno lleva la sutura frontoesfenoidal y la parte más estracha de la hendidura esfenoidal. Se termina anteriormente en la foseta lagrimal. El borde superointerno presenta las suturas frontoungueales y frontoetmoidal. En esta última sutura se abren, merced a sendos orificios, los dos conductos etmoidales u orbitarios internos, el anterior de los cuales, como ya se ha dicho, deja paso a la arteria etmoidal anterior y al nervio nasal interno, mientras que por el posterior pasan las arterias etmoidal posterior y el nervio esfenoetmoidal. En la parte más posterior de la arista se encuentra el agujero óptico, orificio bastante amplio por donde atraviesan el nervio óptico y la arteria oftálmica.



El borde inferointerno es el menos marcado y presenta en su parte anterior el orificio del conducto nasal. Las suturas unguimaxilar, etmoidomaxilar, y esfenopalatina están situadas en este borde. El borde inferointerno lleva posteriormente la hendidura esfenomaxilar, la cual, a su vez, comunica con la fosa pterigomaxilar y con la fosa cigomática.





FOSAS NASALES





Están situadas en el surco de la cara, por debajo y adentro de las cavidades orbitarias y por encima de la cavidad bucal. Son dos, derecha e izquierda, hallándose separadas por untabique mediano y vertical y tapizadas en vivo por la mucosa pituitaria, que contiene las termibnaciones del aparato olfativo. Aunque aplanadas transversalmente, se pueden distinguir en ellas cuatro paredes y dos orificios.



Pared superior o bóveda. Es estrecha y cóncava transversalmente de adelante atrás interviniendo en su constitución la cara posterior de los huesos propios de la nariz, las partes laterales de la espina nasal del frontal, lacara inferior de la lámina cribosa del etmoides, la cara anterior del cuerpo del esfenoides y la cara inferior del mismo, que se halla cubierta por las alas del vómer y por la apófisis esfenoidal del palatino. En lña parte más posterior de esta pared se encuentra el orificio de desembocadura del seno esfenoidal y el conducto pterigopalatino, que comunica la parte posterior de la fosa nasal con la bóveda faríngea y por el cual se deslizan los vasos y nervios pterigopalatinos.



Pared inferior o piso. Es transversalmente cóncava del adelante hacia atrás. Entran en su constitución la apófisis palatina del maxilar superior y la rama horizontal del hueso palatino. Presenta en su parte delantera el conducta palatino anterior, que se dirige hacia dentro para formar con el el lado opuesto un solo conducto que se va a abrir en la bóveda palatina. Pared interna. Corresponde al tabique de separación de ambas fosas y se halla constituida en la parte por la lámina vertical del etmoides, mientras la inferior lo está por el vómer. Hacia delante, el tabique se completa en el vivo por el cartílago del tabique, y aunque ocupa aproximadamente el plano medio, con frecuencia presenta desviaciones a la derecha o a la izquierda. Pared externa. Es la que alcanza mayor complicación, por presentar una serie de salientes y entrantes y numerosos arificios, mediante los cuales se comunican las senos de los ghuesos que la forman con las fosas nasales.





Está ligeramente inclinada hacia abajo y afuera, interviniendo en su constitución los siguientes huesos: unguis, etmoides, esfenoides, palatino, maxilar superior y cornete inferior.



Los salientes de la pared externa se denominan cornetes y son generalmente tres; superior, medio e inferior. Los dos pruimeros pertenecen al etmoides, mientras que el tercero es un hueso independiente. Como ya se ha hecho notar al tratar del etmoides, en la parte más superior de esta pared puede encontrarse un pequeño cornete, llamado cornete de Santorini, y en ocasiones otro todavía más pequeño e inconstante, conocido con el nombre de cornete de Zuckerkandl. Los entrantes de la pared se llaman eatos y son también tres; superior, medio e inferior. Quedan limita dos los meatos hacia el exterior por la pared externa propiamente dicha, y hacia el inferior por la cara externa del cornete correspondiente. En cada uno de ellos se pueden observar diversos orificios por los cuales desembocan los diferentes senos en las fosas nasales. Así, la parte posterior del meato superior lleva uno o dos orificios pertenecientes a las celdillas etmoidales posteriores. En el meato medio se halla situado el orificio del seno maxilar; por encima de él se abre el orificio del infundíbulo, donde desemboca el seno frontal y por detrás los orificios de las celdillas etmoidales anteriores. Todas estas cavidades se llaman cavidades paranasales.



En el meato inferior desemboca el conducto nasal, continuación del canal lacrimonasal. Este conducto parte, como es sabido, de la pared interna de la órbita y se dirige hacia abajo, atrás y adentro; se ensancha paulatinamente conforme desciende y por último viene a desembocar en la parte superoanterior del meato inferior. El agujero esfenopalatino se abre en la pared externa, por detrás del meato superior y comunica la fosa nasal con la pterigomaxilar.



Orificio anterior. En el esqueleto, el orificio anterior es único, a causa de la desaparición del cartílago del tabique. Su forma es más o menos triangular, con la basa hacia abajo. En la formación de su contorno intervienen los maxilares superiores y los huesos propios de la nariz. Presenta este orificio en la parte y media la espina nasal anterior, en tanto que su vértice superior se halla constityuido por un agudo saliente de los huesos propios de la nariz. Orificio posterior. Cada una de las fosas nasales se abre posteruormente, por encima de la bóveda palatina, mediante un orificio de forma cuadrangular y más alto que ancho. Estos orificios reciben también el nombre de coanas y en la constitución de cada uno de ellos intervienen los siguientes huesos; el cuerpo del esfenoides y el ala del vómer forman su parte superior; la rama horizontal del palatino ocupa la parte inferior; el borde posterior del vómer forma el lado interno, y por último, el borde posterior del ala interna de la apófisis pterigoides constituye el lada externo.



FOSA PTERIGOIDEA



Está formada principalmente por las dos alas de la apófisis pterigoides, interviniendo también en su constitución la apófisis piramidal del palatino. Alargada verticalmente, presenta en su parte superointerna la foseta escafoidea, donde se inserta el músculo peristafilino externo. El resto de la fosa sirve de inserción al pterigoideo interno.







FOSA CIGOMATICA



Recibe este nombre el espacio comprendido entre la apófisis pterigoides y la rama ascendente del maxilar inferior. Se halla limitada superiormente por la cara inferior del ala mayor del esfenopides, desde la base de la apófisis pterigoides hasta la cresta temporal del esfenoides; su cara externa es la interna del hueso malar y la misma cara de la rama vertical del maxilar inferior; su cara anterior está constituida por la posterior de la apófisis piramidal del maxilar superior, la cara interna del malar y la hendidura vestibulocigomática, y la interna lo está por la cara externa de la apófisis pterigoides. En cambio. por atrás y por debajo, esta fosa queda ampliamente abierta.





FOSA PTERIGOMAXILAR



Es una angosta axcavación situada entre la parte de la tuberosidad del maxilar superior y la cara anterior de la apófisis pterigoides, y puede ser considerada como una dependencia de la fosa cigomática. Su forma se aproxima a la de una pirámide cuadrangular, con una pared anterior formada por la tuberosidad del maxilar superior; una pared posterior constituida por la cara anterior de la apófisis pterigoides; una pared interna formada por la parte media, lisa, de la cara externa de la lámina vertical del palatino, y una pared externa libre, en forma de una estrecha hendidura vertical, por donde comunica ampliamente con la fosa cigomática. La base es superior y en ella se encuentran la raíz del ala mayor del esfenoides, el agujero redondo mayor y la parte interna de la hendidura esfenomaxilar. El vértice es inferior; corresponde a la unión de la tuberosidad maxilar con la apófisis pterigoides y lleva los orificios del conducto palatino posterior y de los conductos palatinos accesorios.



La fosa pterigomaxilar tiene diversos orificios, conductos y hendiduras, que la ponen en comunicación con las cavidades vecinas. Así, el agujero redondo mayor por donde pasa el nervio maxilar superior. La hendidura esfenomaxilar, situada entre las caras anterior y superior, relaciona la fosa pterigomaxilar con la óbita y por ella pasa la porción extracraneana del nervio maxilar superior. El agujero esfenopalatino está situado en la parte posterosuperior de la fosa, comunica con las fosas nasales y por él pasa la arteria pterigopalatina y el nervio pterigopalatino o faríngeo de Bock. El canal vidiano está abierto entre las raices de la apófisis pterigoides y conduce el nervio y la arteria vidianos. El canal palatino mayor, que se dirige hacia abajo, va a desembocar en la bóveda palatina conduciendo el nervio palatino anterior, También se abren en esta fosa los conductos dentarios posteriores, por cuyos orificios penetran los nervios dentarios posteriores, que van a inervar los gruesos molares. Por último, los conductos palatinos menores resultan de la articulación de la apófisis piramidal del palatino con la apófisis pterigoides y por ellos pasan los nervios palatinos, medio y posterior.